No todo es drama, lloros, mocos y riñas, el ser madre también tiene sus pequeñas recompensas, o por decirlo de otra
manera sus pequeños placeres, esos momentos aunque sean pequeños en los que no
te cambiarías por nadie.
Tengo que decir que últimamente mi listón en cuanto a satisfacción en
general no está muy alto, por lo que mis pequeños momentos son muy, muy simples; pero, aun así, no
dejan de reportarme una dosis extra de felicidad y un mini subidón de
endorfinas.
Si os parece voy a empezar por la más simple de todas, pero es que muy, muy
rara vez ocurre ( debe ser como el cometa Haley) y es: ¡ver ordenada la
habitación de mis hijas . Ojo, notareis que ya soy
feliz con que este ordenada UNA habitación, solo una de todas las que usan
habitualmente, pues eso que como pasa de mucho en mucho, cuando asomo la cabeza
y no veo montones de ropa, papeles... soy feliz !
Cuando se comen todo y además dicen aquello de : " Que bueno estaba, mama!" . Soy
consciente de que parezco una abuelita, de verdad que sé que es una reflexión
de madre de antes, pero es que me hace feliz!
Cuando después de un despertar horrible, tres “ no quiero desayunar” , unos
cuantos “esta ropa no me gusta”,” no me quiero vestir” ,” pues no sé porque
tengo que ir al cole” y unas cuantas quejas más... consigo dejarlos en el cole desayunados, vestidos,
lavados y lo mejor de todo: ¡ a tiempo ! Soy feliz!
Cuando un domingo abro el ojo y veo en mi despertador las 08:00, y si encima hemos
dormido de un tirón, entonces ya es dicha completa, entonces soy feliz!
Cuando, hoy me he puesto tacones y una blusa, en vez del chándal y
deportivas para llevar a la tropa al cole y mis dos pimpollos mayores me miran
de arriba a abajo y me dicen :"que guapa estas hoy, mama!". Eso es un chute para
mi autoestima, eso es un momento feliz!
Cuando veo a mis tres angelitos dormidos, haya sido o no un día duro, el verlos ya
en sus camitas dormidos y poder disfrutar de un ratito de paz sin tener que
levantarme cada tres minutos a dar agua, arropar o lo que sea que se les pase
por la mente, entonces soy feliz!
Y dejo para el ultimo, ese momento por el que toda madre pasa y hace que te
hinches cual gallina clueca y es, por supuesto, cuando tus hijos sin que se lo pidas te besan y abrazan; si, es un poco
"moñas", pero es que...¡ te hace sentir tan bien !, Son tan
buenos esos besitos naturales y sanos que eres incapaz de limpiarte las babas
que te dejan.. ¿A que si?
Seguro que os habéis sentido identificadas, pero también es seguro que me falta alguna otra píldora de felicidad que se os ocurre a vosotras así que, decidmela, estoy
desando añadirla a la lista!
Si es que tienes toda la razón!!!!!!! Llega un momento en que salir de casa a tiempo, arregladitos, bien peinados y conjuntados es lo máximo.
ResponderEliminarEl ratito de recién levantada de mi peque, tan tierna, tan amorosa, todo besos y abrazos, es uno de los mejores de la mañana, antes de empezar a correr para poder llegar al momento del párrafo anterior jeje
Un beso, mami campeona!!!!
Si es que nos derretimos por esos besitos....jijiji
EliminarTienes toda la razón: nuestros niños nos regalan muchos, muchos pequeños momentos de felicidad, a cualquier edad; y grandes, grandes motivos para emocionarnos. Ayer tuve la graduación de mi hijo mayor y, a parte de que la ceremonia fue muy bonita, yo me quedo con la noche anterior cuando por culpa del calor y los nervios nos desvelamos y pude compartir un rato de charla y mimos con mi pequeñín (de 18 años). Gracias!
ResponderEliminarEsta claro Helga, que sean grandes o pequeños siempre serán nuestros niños.
Eliminarun beso!